
NO ME INTERESA TU NEGOCIO
NO ME INTERESA TU NEGOCIO, ASI DE CLARO TE LO DIGO. Después de once años al frente de #PymesUnidas, he aprendido a detectar ciertos mensajes con solo leer la primera línea. Suelen empezar con un “Hola, me encanta lo que haces” y terminan, invariablemente, con un “¿te gustaría colaborar?”. En medio, nada concreto. Solo una vaga intención de aprovechar el alcance, el trabajo y la comunidad que me ha costado más de una década construir.
La palabra colaboración se ha desgastado tanto que ya casi no significa nada. Muchos la utilizan como envoltorio bonito para pedir favores, visibilidad gratuita o, directamente, trabajo sin pagar. Y todo esto bajo el disfraz de “oportunidades” que, si uno rasca un poco, no benefician a nadie… salvo al que las propone.
Este artículo no es un desahogo ni un portazo: es un aviso. Porque aunque siempre estoy dispuesto a escuchar propuestas, tengo muy claro que mi tiempo, mi reputación y la comunidad que he creado no están en venta… ni en alquiler. Si vienes con valor real, bien. Pero si tu negocio depende de engancharse al mío para sobrevivir, te lo digo sin rodeos: no me interesa tu negocio.
No tienes ni idea de venderme tu empresa
Hay gente que cree que venderme su empresa consiste en enviarme un mensaje tipo: “Hola, tengo una idea brutal, ¿hablamos?”. Porque claro, después de once años construyendo #PymesUnidas, lo lógico es que yo pare todo lo que estoy haciendo para descifrar una propuesta confusa, sin contexto, ni estructura. No, gracias. Si no sabes explicar tu proyecto en tres frases claras, lo más probable es que ni tú mismo sepas en qué consiste.
Yo no tengo problema en escuchar ideas, pero tengo un filtro muy simple: si no puedes comunicar con claridad qué haces, cómo lo haces y qué puedes aportar, no hay propuesta. A mí no me interesa la ilusión si no viene acompañada de trabajo, visión y estrategia. Y lo siento, pero no me dedico a traducir monólogos vacíos de entusiasmo mal dirigido.
He visto cientos de proyectos pasar por #PymesUnidas. Algunos han triunfado porque sabían presentarse, sumar valor y generar confianza. Otros se quedaron en la carpeta de “ya si eso”. Si quieres que te escuche, empieza por saber lo que vendes… y por qué a mí debería interesarme.
No digas colaborar cuando quieres decir «trabaja para mí sin sueldo»
Hay un fenómeno curioso que he observado con los años: la palabra “colaborar” ha pasado de significar “trabajar juntos por un objetivo común” a “haz tú todo, pon tu comunidad, tu reputación y tu tiempo, y yo me llevo el mérito… y si eso, te etiqueto”. Eso no es una colaboración, eso es una falta de respeto con filtro de Instagram.
Yo no tengo ningún problema en colaborar. De hecho, lo he hecho muchas veces, y cuando hay propuestas serias, suelo decir que sí. Pero colaborar no es sinónimo de regalar mi trabajo ni de prestarme como trampolín para quien no ha construido nada propio. Si vienes con una idea donde solo tú ganas, no me estás proponiendo nada: me estás pidiendo que trabaje gratis.
#PymesUnidas no ha llegado hasta aquí por favores. Ha llegado porque he invertido años de esfuerzo, coherencia y compromiso. Así que si realmente quieres colaborar conmigo, empieza por entender que mi tiempo también vale. Y si no sabes cómo aportar tú algo valioso a la ecuación, entonces es mejor que ni la plantees.
No me necesitas, necesitas hacer tu trabajo
Hay personas que creen que la solución a todos sus males empresariales es aparecer en una publicación mía o tener una mención en #PymesUnidas. Como si eso fuera una varita mágica que convierte negocios desordenados en éxitos virales. La realidad es otra: lo que necesitas no es visibilidad, es ponerte a trabajar en serio.
Yo no soy el empujón que te falta, soy el resultado de años de empujar sin que nadie me ayudara. Si tu estrategia de crecimiento depende exclusivamente de que alguien como yo te dé una palmada pública, entonces no tienes una estrategia: tienes una ilusión mal enfocada. El problema no es que no te conozcan, el problema es que no tienes nada bien armado cuando por fin te conocen.
No me malinterpretes, siempre estoy dispuesto a ayudar a quien demuestra compromiso y seriedad. Pero cuando veo a alguien intentando saltarse todos los pasos del proceso, esperando que le regale una plataforma que a mí me ha costado años construir, me queda claro que no me necesita a mí… necesita hacer su parte. Y eso, lamentablemente, no lo puedo hacer por nadie.
El oportunismo se huele a kilómetros
Hay mensajes que no hace falta leer completos para saber por dónde van. Basta con un “he pensado que podríamos hacer algo juntos” sin decir qué, cómo, ni por qué. Me pasa como con los perfumes baratos: con una sola gota ya sabes que no hay calidad detrás. El oportunismo, créeme, tiene un aroma muy reconocible… y no lo soporto.
He perdido la cuenta de las veces que me han escrito personas que no tienen la más mínima idea de qué es #PymesUnidas, ni de qué valores defiendo, ni de con qué tipo de proyectos suelo trabajar. Se nota cuando solo me quieren por el alcance, no por el propósito. Y cuando lo único que aportan es su necesidad, no hay trato que valga.
Yo no soy un escaparate de uso libre. Tampoco una máquina expendedora de visibilidad. Soy una persona que ha trabajado durante más de una década para levantar un movimiento que, hoy, es referencia para miles de pymes y emprendedores. Si quieres hablar de colaboración, empieza por conocerme. Si ni siquiera has hecho ese mínimo esfuerzo, entonces, sinceramente, no me interesa lo que traes.El oportunismo se huele a kilómetros
Hay mensajes que no hace falta leer completos para saber por dónde van. Basta con un “he pensado que podríamos hacer algo juntos” sin decir qué, cómo, ni por qué. Me pasa como con los perfumes baratos: con una sola gota ya sabes que no hay calidad detrás. El oportunismo, créeme, tiene un aroma muy reconocible… y no lo soporto.
He perdido la cuenta de las veces que me han escrito personas que no tienen la más mínima idea de qué es #PymesUnidas, ni de qué valores defiendo, ni de con qué tipo de proyectos suelo trabajar. Se nota cuando solo me quieren por el alcance, no por el propósito. Y cuando lo único que aportan es su necesidad, no hay trato que valga.
Yo no soy un escaparate de uso libre. Tampoco una máquina expendedora de visibilidad. Soy una persona que ha trabajado durante más de una década para levantar un movimiento que, hoy, es referencia para miles de pymes y emprendedores. Si quieres hablar de colaboración, empieza por conocerme. Si ni siquiera has hecho ese mínimo esfuerzo, entonces, sinceramente, no me interesa lo que traes.
El tiempo no es un recurso renovable, no lo regales
En este mundo donde todo corre a velocidad de vértigo, parece que algunos piensan que mi tiempo es infinito, como si fuera un botón de “reenviar” sin consecuencias. “¿Me puedes dedicar unos minutos?” es la frase que abre la mayoría de esos mensajes que terminan siendo horas de trabajo no remunerado y café frío.
Yo valoro mi tiempo como el activo más valioso que tengo, porque sé que cada minuto que invierto en #PymesUnidas es tiempo que no puedo dedicar a otras cosas —mi familia, mi descanso o simplemente desconectar—. Por eso, si no traes una propuesta clara y real, no merece que le robe ni un segundo de mi agenda.
Colaborar es un acto de respeto mutuo. Si quieres que invierta tiempo en tu proyecto, demuéstrame que ese tiempo será bien aprovechado y que no vas a usarlo para buscar atajos o aprovecharte de la buena voluntad. Porque el tiempo que no se respeta, es tiempo perdido para todos.
La puerta está abierta, pero depende de ti en qué sentido
Jamás me he negado a hacer colaboraciones. De hecho, #PymesUnidas nació gracias a muchas de ellas. Pero que quede claro: la puerta está abierta, sí, pero depende de ti en qué sentido quieres que se abra. Mi trabajo me ha costado años, esfuerzo y dedicación, y no voy a regalar el fruto de todo eso por propuestas improvisadas o poco serias.
Si una empresa o un proyecto llega con respeto, claridad y una propuesta bien trabajada, siempre encontrará en mí una mano tendida. Pero si veo falta de profesionalismo o ganas de aprovecharse, esa puerta se cierra más rápido de lo que se abre. La reciprocidad no es un capricho, es la base de cualquier colaboración real.
Así que, si quieres entrar, no esperes que te reciba con los brazos abiertos solo por el nombre de #PymesUnidas. Trabájate tu propuesta. Demuestra que entiendes el valor del tiempo, del esfuerzo y de la comunidad que he construido. La decisión de salir por esa puerta o quedarte dentro depende completamente de ti.
Conclusión
No voy a disfrazar la realidad con palabras bonitas: si crees que #PymesUnidas es un atajo para salir en redes sin esfuerzo, estás perdiendo el tiempo —y el mío—. No tengo interés en ser el trampolín de quien no está dispuesto a dar el salto por sí mismo. Llevo más de una década construyendo esto con sudor, errores, aciertos y mucha disciplina. No es un hobby ni un escaparate gratis.
Si no entiendes que colaborar implica compromiso, profesionalismo y valor mutuo, mejor no pierdas el tiempo ni conmigo ni con nadie que haya trabajado para llegar a donde está. La puerta está abierta, sí, pero no para que entres a pasear gratis o a hacer turismo empresarial. La puerta está abierta para quienes saben lo que quieren y están dispuestos a luchar por ello.
Así que, si vienes con propuestas vacías, egos inflados o esperando que regale mi trabajo, no te molestes en llamar. Porque no me interesa tu negocio. Y créeme, esa es la verdad más valiosa que puedo compartir contigo.
Y si queréis ver artículos que os puedan servir de ayuda, os recomiendo ver el blog :
TU CONSEJO DIGITAL
Así que, queridos emprendedores y autónomos, si habéis llegado hasta aquí seguro que esperas el próximo post, aunque quizás tengas una petición especial. Nos vemos el próximo lunes. Sígueme en las redes sociales: https://taplink.cc/pymesunidas
Ideamos, Creamos y Crecemos.
La red de Networking digital empresarial.