¿Cómo es tu actitud? La actitud en la empresa es un detalle que es necesario estimularlo cada día y no olvidar que si se abandona puede ocasionar graves problemas.
Seguro que estáis pensando que eso de la actitud es un tema muy personal, porque cada uno es como es, pero nada más lejos de la realidad. La actitud que tienes en el trabajo es muy importante.
¿Cómo es tu actitud?
¿Cómo tratas a tus clientes? ¿Les tratas de igual manera o haces distinciones por el sexo, por su forma de vestir o por su actitud? Es un tema que tienes que pensar y mucho. Porque esa famosa frase de “El cliente siempre tiene la razón” se termina con “siempre y cuando la tenga”, ya que aludiendo a esa frase también podríamos aplicar aquello de “dar la razón como a los locos”. A los clientes hay que tratarles con respeto, atendiendo a sus peticiones y siempre pendiente de sus necesidades, pero eso sí, si vemos que se equivocan (que nadie es perfecto) se le puede rectificar con total tranquilidad y explicándole porque se equivoca.
¿Cómo tratas a tus trabajadores? ¿Les consideras un valioso activo o por el contrario crees que son un deficiente pasivo? ¿Estás pendientes de sus necesidades? Un trabajador siempre es un activo muy valioso dentro de la empresa. Si les tratas adecuadamente, reconoces su esfuerzo y le recompensas, tendrás una opción de ayuda para tratar a tus clientes con una mejor atención, ya que ellos mismos se encargarán de cuidar de tus clientes. Ellos saben que de la atención al cliente depende su trabajo, pero si tú no les tratas adecuadamente ellos “pasarán olímpicamente” de cuidar a tus clientes.
¿Cómo tratas a tus proveedores? ¿Tienes en cuenta que ellos son quien te proporciona lo que tu vendes? ¿Sabes que no hay diferencia entre un proveedor de productos o servicios? Depende de tu actitud hacia ellos, depende de que tú tengas una mejor atención. Has de recordar que eres su cliente y si no les tratas bien ellos no tratarán bien tu género o el servicio que te dan pasará a ser deficiente.
¿Actúas según piensas?
Estoy seguro que jamás te lo habías planteado así. Seguro que no habías pensado en la importancia de una cualidad tan importante como la actitud. Seguro que al leer lo que te he planteado tu primer pensamiento ha sido: “¿Qué vendrá a decirme de como tengo que tratar a mis clientes?” y también estoy seguro que al llegar hasta aquí habrás reflexionado en las palabras que te he dicho.
En muchas ocasiones estos detalles no lo tenemos en cuenta, pasan inadvertidos ante nuestros ojos. Un empresario tiene que tener en cuenta más detalles de los cree. Cualquier empresario necesita tener todo controlado para que no se le desmadre ningún punto y evitar malas situaciones que pueden llevar a problemas de gran magnitud.
Como empresario novato y trabajador por cuenta ajena muy experimentado tengo una experiencia en ambos campos. He tenido jefes con los que aún me hablo, a pesar de los años que hace que dejamos de trabajar en conjunto y tengo algún que otro metido en el cajón de los desastres. He vivido toda clase de circunstancias muy distintas que te llevan a confiar en un jefe o en un empleado por su trato y su trabajo. En muchos trabajos (son más buenos que malos) sé que tengo la “puerta abierta” para volver si me hiciese falta en un momento dado.
El trabajo de «meter papelitos»
No puedo evitar poner como ejemplo un trabajo que poca gente quiere realizar y que en cambio a mí me mantuvo un año con un sueldo superior a 200.000 pesetas (unos 1200€) mensuales. Dicho trabajo era de Repartidor de Propaganda Comercial, vamos, lo que viene siendo meter papelitos en los buzones. Un trabajo en el cual se trabajaba de lunes a viernes, sin horario, haga frio, llueva o pegue el sol (cosa rara en Bilbao jajaja). Todo el día en la calle “pateando” sin parar, tirando de un carro de la compra cargado de paquetes de propaganda, llamando a timbres y metiendo los papeles.
Un trabajo que me dio un buen dinero en un momento de necesidad y del que estaba orgulloso de hacerlo y poder proporcionar a mi familia comida y pagar gastos. Pero… ¿Cuántos estaríais dispuestos a realizar un trabajo así? La respuesta es fácil: menos de un 25% de los que lean este post. ¿Por qué motivo? Por vergüenza y por encontrarlo denigrante. ¿Y en caso de necesidad lo harías? Aun así, mucha gente no aceptaría ese trabajo y aquí se refleja esa falta de actitud.
Como veis la actitud no es: “Soy como soy y punto”, la actitud afecta mucho a tu entorno, a tu forma de trabajar y a tu futuro, tanto inmediato como lejano. Es una cualidad que todos tenemos y que cada uno lo hace de manera distinta.
Mis queridos niños, os he dado que pensar para este fin de semana, pero ya sabéis que tenéis que tratarlo con actitud.
Descansad el fin de semana y nos vemos el lunes. Portaos bien.
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